Según la última explicación científica el hundimiento de barcos y aviones se debería, al menos en un gran porcentaje de los casos, a la presencia de hidratos de metano producidos en ciertas áreas de las plataformas continentales. Así, según las investigaciones las burbujas de metano crecerían en progresión geométrica a medida que ascienden a la superficie siendo que, al llegar hasta la superficie, originarían áreas espumosas en que, debido a cuestiones de turbulencia originadas en diferencias de densidades, los barcos perderían sus propiedades de flotabilidad y se hundirían de forma demasiado rápida como para posibilitar un escape de los pasajeros.
Pero los alcances de la teoría no acaban allí ya que dichas burbujas, en caso de poseer el tamaño y la densidad suficiente, cruzarían la superficie del agua y, en caso de que algún avión llegase a cruzarse con su radio de influencia, dicha aeronave experimentaría un incendio en sus motores o simplemente un cese del funcionamiento de los mismos, dando como resultado la precipitación inmediata de la nave…
Finalmente, cabe decir que toda esta explicación está lejos de ser una mera especulación abstracta en base a conceptos científicos pues, tanto el profesor Joseph Monaghan como David May de la universidad australiana de Monash, han logrado desarrollar un avanzado sistema de ordenadores para demostrar la teoría de las burbujas de metano.